NUESTRA FILOSOFÍA

¿Qué misterio se esconde tras el doblaje? Qué importancia pueden llegar a tener unas voces? ¿Por qué los buenos doblajes consiguen traspasar el mero hecho de contarnos una historia en nuestro idioma y se convierten en un deleite para nuestros oídos? ¿Nuestra presencia en esta página implica necesariamente un desprecio hacia la versión original? ¿O por el contrario se trata sencillamente de abrirnos a una versión alternativa? En una era en la que la técnica nos permite elegir uno u otro idioma simplemente aprentando un botón, ¿por qué esa necesidad de tomar bando de parte de la versión doblada o de la versión original? ¿Acaso no son compatibles?


La versión original nos aporta frescura, un abanico infinito de voces, una multitud de registros y de acentos diferentes y sobre todo, no lo olvidemos, una coherencia para el espectador entre películas de un mismo actor, ya que lógicamente un actor tiene siempre una misma voz, la suya.

¿Qué tienen no obstante los buenos doblajes que tanto nos enganchan desde hace décadas?

Una posible explicación, la del que suscribe estas líneas, sería que el buen doblaje nos hace sentirnos rodeado de amigos y familiares, como si hubiéramos sido invitados a una casa en principio ajena a nosotros. Y según a qué casa hayamos sido "invitados", los familiares y amigos que asistirán serán unos u otros. Pero a los cinco minutos de estar en ella, si el doblaje es bueno, nos sentiremos como en nuestra propia casa. Nos podremos poner cómodos y dedicarnos simplemente a dejarnos llevar y disfrutar viéndolos llegar a todos uno por uno: en primer lugar a los invitados estelares, nuestros primeros amigos en esa casa, aquellos con quienes antes entablamos "relación auditiva" y que con su carisma nos "convencieron" para asistir a sus "reuniones". Tras ellos, irán apareciendo los secundarios, cuya importancia en un buen doblaje es casi tan grande como la de los protagonistas. Y entre todos, si el doblaje es bueno, compondrán una fiesta armoniosa, cuyo propósito será que, durante el tiempo de duración de la película, no estemos pensando en lo que estarán haciendo en otras casas o cómo sería la fiesta con otros invitados. Porque incluso no habiendo sorpresas en la lista de invitados, los grandes actores y actrices serán capaces de sorprendernos con nuevos temas de conversación y con nuevos matices, detalles que hasta ahora nos habían pasado por alto.

Pero para que la fiesta del doblaje resulte armoniosa, es de capital importancia saber cuidar todos los aspectos arriba mencionados. Es necesario que exista una coherencia y un respeto hacia el espectador. Un actor de imagen no puede estar cambiando de voz en cada película. Y no menos importante es entender que cada época requiere imperativamente voces de esa misma época, actores y actrices que sepan trasmitir las formas de decir características de dicha época. Resulta imprescindible respetar el trabajo ya hecho y no tocarlo bajo ningún concepto.
Porque de lo contrario, cuando los intereses personales y económicos se anteponen a los del espectador, cuando un actor no habla con su voz habitual, cuando los actores clásicos hablan con voces contemporáneas, la trampa del doblaje queda al descubierto y acabamos perdiendo nuestra anhelada sensación de familiaridad, convirtiéndonos en extraños en nuestro propio idioma, con lo cual el doblaje pierde todo su sentido.

En las manos de todos nosotros está el que el doblaje español recupere el esplendor que siempre le caracterizó.

Jorge Montalvo.